miércoles, 8 de junio de 2011

Os amo, así, sin más.



Sois las pequeñajas que día a día me recordáis lo bonito que es vivir, y lo duro, si no se os tiene cerca.
He aprendido gracias a ti, morena de ojos oscuros, y a ti, rubia de ojos claros, a ser capaz de comerme el mundo de tan solo un bocado y saber repetir.
Estáis enganchándome muy fuerte, tan fuerte que no sería capaz de soltarme jamás.
Imagino un porvenir en el que a nosotras nos sobren smiles cada segundo.
La luz que ilumina mi sendero, vosotras, sí, vosotras sois mi Sol y mi Luna.
Acariciar el cielo con las yemas de los dedos es lo que hago cada pequeño instante que estoy a vuestra lado.

Y... no me faltéis nunca, ¿vale? Me hacéis muchísima falta, me atrevo a decir que habéis creado en mi una dependencia a vuestra presencia.

No puedo negarlo, estoy profundamente atada a vosotras, hasta las mismísimas entrañas.
Ahora me es imposible dejaros escapar, soy incapaz de olvidaros, os recuerdo tanto, tan a menudo, cada pequeñísima milésima de segundo.
Tarareo una canción y lo primero que se me pasa por la cabeza es una imagen vuestra, no me dejáis ni escuchar música en paz, pero lo prefiero así, es mucho más divertido.
A penas puedo pasar una semana sin veros, es tan complicado seguir hacia delante cuando no estáis, se os echa tanto de menos, me ayudáis simplemente con teneros cerquita.
Luchar contra los miedos, se vuelve más fácil, con vosotras liberarse de las dudas es más sencillo.
Imaginar que los sueños son realidad está tirado si claváis vuestra mirada en mi ojos.
¿Amistad? Es una palabra que se queda pequeña, ¿no creéis?