martes, 3 de mayo de 2011

Mi tormento.

Abúrrete de mí. Dime todo lo que me odias, cuanto te molesto, todo lo que te incordio y cuanto te irrita mi presencia. Y márchate, márchate muy lejos. ¡Y no vuelvas nunca, jamás! No quiero saber más de ti y grítame al oído que tú vas a hacer como si nunca existí. Hazme daño. Oféndeme con tus palabras. Dime que he muerto para ti y que no lloraras por mí, que no harás ni una simple mueca de compasión cuando veas como corre una lagrima por mi mejilla. Quiero que me duela todo lo que me dices…
Pero no te des mucha prisa,
deja primero que me enamore   enloquéceme, déjame reír junto  a ti, ofréceme tu mano al caerme, susúrrame las palabras más bonitas que se te pasen por la cabeza, hazme sentir especial, haz que me quede prendada de tus abrazos, arrebátame todos los besos que puedas, y róbame cada bocanada de aire que cojan mis pulmones cuando estoy sobre tu pecho, déjame enredar contigo, engancharme de ti para que después duela más, mucho más, que la herida dure para siempre y así no volver a caer en la misma piedra, no volver a enamorarme, pero no lo hagas  hazlo, ¿vale?
Destruye mi corazón, hazlo añicos, que quede inservible, que no pueda volver a amar ni encariñarme de nadie, lastima mi alma, no la dejes volar, que sea incapaz de flotar, córtale las alas. Hiéreme muy hondo, que me llegue hasta las entrañas, destroza todos mis sueños y amárgame para toda una eternidad.
Y después de todo, cuando estés a miles de kilómetros de distancia mándame un sms y dime que todo lo que relatabas no era verdad, que mentías, que tan solo querías que me olvidase de ti, que se me hiciera menos dura tu marcha, y dime que me echas de menos, que no puedes sacarme de la cabeza, que pensabas que lo superarías pero que no eres capaz, que creías que lo que teníamos era más delicado, más frágil, pero te habías dado cuenta de una cosa, que todo lo que no destruye definitivamente se hace más fuerte, y eso es lo que había ocurrido, nos habíamos hecho tantísimo daño y tan solo habías conseguido unirnos mucho más. Y al final del mensaje pon un posdata en la que ponga que vuelves a por mí, y que harás todo lo posible para que mi corazón vuelva a ser como antes   y que le coseras las alas a mi alma. Que harás que toda yo cicatrice, borraras  todo lo anterior como si nunca nada hubiese sucedido. Y me prometerás que volveré a amar, a enamorarme, a encariñarme, a sentir, a prendarme, volveré a ser la niña de dieciséis años que quería que sus sueños rozarán la realidad. No podré perdonarte nada. Te lo perdonaré todo
Sandra (:

No hay comentarios:

Publicar un comentario