lunes, 16 de mayo de 2011

Una flecha y seré tuya.

Dispárame, pero no te atrevas a colocar una pistola cerca de mi sien, no quiero notar ni un mísero roce de bala, así que ten en cuenta que no puedes dirigir ni un efímero rayo infrarrojos sobre mi piel, simplemente, no uses armas de fuego.


Usa armas de amor, como una ballesta, tan solo te dejo lanzar una flechaÆÆ una única saeta que atraviese mi corazón, y hazlo delicadamente, como hace Cúpido. Te doy el permiso de que me ametralles con las palabras más hermosas, que me acribilles con los abrazos más intensos, que me bormabardees con los susurros más bajos  y que me encañones con las caricias más suaves... 
Y ya que estamos, prométeme una cosa, ¿vale?

Mátame... con los besos más exclusivos 

Sandra :)

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