Queridos Reyes Magos:
Mi carta es muy parecida a la de Sandra, pero las dos pensamos lo mismo en estas cosas.
Desde que era muy pequeña me he esforzado mucho para que la Navidad, fuera una época de vacaciones alegres y llenas de ilusión, pero al final siempre por circustancias de la vida se hacían tristes y solitarias. A lo mejor esperaba mucho de la Navidad sin darme cuenta de que esta es una época del año como cualquier otra, a excepxión de que es fiesta, una fiesta además de cristiana, comercial. Todos los niños os piden cosas materiales, en especial juguetes, pero solo los privilegiados los pueden conseguir.
Estos niños no se dan cuenta de que muchos otros, no tienen los juguetes que os piden todos los años porque son pobres, y la pobreza va de la mano del hambre y desnutrición. Hay millones de niños en esta situación. Pero para agravar más esta, si se ponen enfermos tienen pocos medicamentos y remedios para intentar curarse y la mayoría no sobreviven. Hay muchas ONGs que luchan por estos niños, que van a ser el futuro de sus paises subdesarrollados, pero aún no es suficiente. Por eso aunque me encantaría pediros muchas cosas materiales, os voy pedir que ayudeis a estos niños a los que se les roba la infancia, que tienen que recorrer a veces kilometros para conseguir alimento y agua potable, que duermen en el suelo sin una cama o un colchón, que son explotados haciendo trabajos muy duros por muy poco dinero, ect. A lo mejor estas Navidades me siento un poco más alegre e ilusionada porque he intentado luchar por una buena causa.
Un beso, hasta el año que viene:
Esther.
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